miércoles, 3 de febrero de 2010

"No pasa nada" Cap. 2



Lunes por la mañana, el sol deja ver sus tenues rayos a través de mi ventana. Quizá hoy no llueva... son casi las nueve y media, me pongo mis zapatillas y bajo al salón a desayunar, mi padre seguía durmiendo, o quizá se haya ido al bar, todavía no comprendo por qué no me habla.

Después de haber desayunado volví a mi cuarto, esta vez a elegir la ropa que me iba a poner para la presentación de la universidad. ¿Un vestido? No, no, muy atrevido y demasiado "fresco" para otoño. ¡Ya sé! Me pondré aquella falda de tablas de color beis que me regaló Alessa, combina con mi camiseta color rosa palo y mis botines de color negro. Tras vestirme fui al baño a maquillar mi pálida cara, cogí mi lápiz de ojo de color negro y trazé la linea bajo mis pequeños ojos , después un poco de colorete para darle color a mis blancos pómulos y finalmente un tono rosa para mis finos labios.

¿Y en el pelo? Fácil, pelo suelto. De repente oigo un ruido en el salón. Era papá, había regresado del bar supongo.


-Hola papá.


-Hola hija, ¿qué tal?- Dijo serio.


-Pues bien, ¿vienes del bar?


-Sí, estoy un poco cansado, creo que me voy a dormir otra vez.

-¿No me llevas a la presentación de la universidad?


-No, tendrás que irte en taxi.


-Pero está lloviendo y...


-Te irás en taxi y ya está.


-Pues que descanses-Dije en un tono de enfado.


Se fue a su cuarto y me dejó sola, el silencio volvía a reinar en el salón, salvo el sonido de la lluvia que sonaba con un suave goteo y dejaba sonar un relajante sonido. Mientras esperaba a que se hiciera la hora, alguien tocó el timbre. Era Alessa.


-Michy, vamos te llevo, ¿quieres?

-Ay...-Suspiré.


-Eres mi salvación, mi padre no me quería llevar.-Dije con tono de alivio.

-Venga que se nos hace tarde.

Cogí mis cosas y subí al coche.


-Te has puesto la falda que te regalé por tu cumpleaños.-Dijo mientras la tocaba.

-Sí, la encontré en mi armario y todavía no me la había puesto.


-Chicas, ya hemos llegado.-Interrumpió Alicia, la madre de Alessa.


-Gracias mamá.-Dijo Alessa mientras le daba un beso en la mejilla.

-Adiós Alicia.-Dije con tono amable.


Al bajar las dos, fuimos corriendo hacia la puerta. Cuando entramos Alessa se fue a su clase, yo no conocía nada de como funcionaba esto así que fui a secretaria a preguntar.


-Hola, soy Michelle Colins, vengo a la clase de dibujo artístico.


-Hola, a ver deja que mire...¡Ah si! Estás en la clase del segundo piso , 1ºC.-Dijo mientras tecleaba.


-Muchas gracias.


Cogí el ascensor y marqué el piso dos, primero paró en el primer piso y subieron varias personas, después se paró en el segundo y salí de aquel respiradero humano. Pude ver sin dificultad la clase, entré y me senté en una silla. La tutora nos explicó las instalaciones de la universidad, nos dijo que contábamos con una cafetería y una biblioteca muy espaciosa; y también un patio con gradas donde a veces se hacen partidos de baloncesto y de fútbol. Después paso lista y mas tarde nos fuimos, a la salida vi que Alessa se iba en coche, de repente una chica se acerca a mi, era la secretaria.


-¿Has encontrado la clase?


-Si, sin problemas gracias-Dije con una sonrisa.


-Por cierto me llamo Sofía, y ya sabes donde encontrarme.


-Michelle encantada.


-¿A quién esperas?


-A que mi padre se despierte y me lleve a casa, pero no creo que esté despierto.


-¿Te llevo?


-No tranquila, no hace falta ya cojo yo un taxi.


-En serio yo te llevo.


-Si no es molestia...gracias -Dije mientras subía al coche.


-Para mí no es una molestia cariño.


Tras media hora de trayecto por fín llegué a casa, me bajé y le di otra vez las gracias a la Señora Sofía. Abrí la puerta de casa, olía a comida recién hecha, me acerqué a la cocina y estaba mi padre preparando un rico estofado.


-Hola papa, ¡qué bien huele eso!


-Hola, toma aqui tienes el plato de estofado.-Dijo mientras lo colocaba encima de la mesa.


-Gracias.


-¿Qué tal la presentación?


pensé: ¡Por fin se preocupa por mi!


-Pues bien , mañana voy a comprarme el material y despues los libros, necesito que me des un poco de dinero.


-No hay problema, te lo doy mañana cuando cobre en el restaurante ¿vale?


-Si, si.


-Oye hija, respecto a lo de mi enfado..,


-No pasa nada papá, perdonado estás.


-Gracias hija.


Pasamos una comida muy tranquila donde el silencio se expiraba y las risas venían. Cuando terminé de almorzar subí a mi cuarto y me quité los incómodos zapatos, después me puse la "ropa de andar por casa" y me fui a la cama a descansar un poco.

2 comentarios:

  1. Me encanta.
    Y tu modo de escribir a mejorado mucho :)
    Sigue así Dani! ^^

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  2. Ya lo leí hace tiempo pero ES FANTÁSTICO!
    Escribe pronto!

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